Para el cumpleaños de Natalia, entre Almu y yo realizamos nuestra primera fofucha. La verdad es que fue un reto enorme, para el cual seguimos al pie de la letra los consejos que se nos daban en una revista (no nos atrevimos ni a cambiar el color que se nos indicaba para cada cosa... ¡¡ni el de los ojos!!).
Sin embargo, al no encontrar las bolas de pórex del tamaño que se precisaba, todo se complicó, pues ya ningún patrón cuadraba... En ese momento, tan duro fue el trabajo, que bautizamos a esta pobre muñeca como "Angustias" y dijimos que no volveríamos a hacer otra... No obstante, ésta solo sería la primera de tantas otras, pero todas ellas únicas y especiales...
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