Una tarde lluviosa, de esas que da mucha pereza salir a la calle, fue la que inspiró este marco de fotos. Recordé mi infancia en el pueblo, los días en los que íbamos a recoger caracoles al campo cuando la lluvia amainaba... ¡¡y ésta fue mi creación!! Me gustó tanto que no pude regalarlo, así que en mi cuarto está... ¡¡entre otras tantas cosas, como suele decir mi madre!!
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